viernes, 8 de agosto de 2008

Salmo 23

Padre Celestial: Porque eres mi Dios,

sé que nada me faltará.

Como un pastor a sus ovejas,

me llevas a verdes campos

y a frescas aguas.

Recreas mi alma.

Haces que siga la recta senda

por el Amor de Tu Nombre.

Aunque haya de pasar por una situación difícil,

no tengo miedo, pues Tú estás conmigo, Tú me diriges.

Tú me aderezas una mesa

enfrente de mis enemigos.

Has ungido con óleo mi cabeza

y mi cáliz reboza.

Ciertamente las virtudes me seguirán

todos los días de mi vida y

habitaré en Tu casa, Padre Celestial,

por muy largo tiempo.

No hay comentarios: