domingo, 20 de julio de 2008

Lucas 4:18 e Isaías 61:1-2

El Espíritu de Nuestro Padre Celestial está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar la libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos.


No hay comentarios: